9/16/2010

- Aroma de un recuerdo


Piérdeme como lo hace la noche en su abismo;
en aquel aroma de tus labios dóciles.
Abrígame en los brazos de aquellos recuerdos
y hazme caer en ensueño.
Tócame, como quien no puede ver;
y recorre hasta el último poro de mi inocua silueta.
Hazlo, tómame y luego déjame caer; vamos, sé descortés y no tengas compasión.
Mi alma sumisa sólo pide verte, sentirte cerca aunque se destruya en llanos
pues, aquí sigue rendida al suplicio por la espera de una señal de ti;
de tu distante presencia que sólo está en los pasajeros despojos de antaño.
Anda ven, cántame al compás de la lluvia que sumerge mis luceros
limitándome a ver la realidad dolorosa;
la soledad que me ahoga por tu voz apartada,
que se desvanece en el recuerdo de mi continua nostalgia de noches a vela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario