Pero aquellos días cesaron, la primavera les beso la frente
y el sol cantó para las aves.
El viento tomó de la mano a las nubes y el vaho susurró en mi alma.
Y tus brazos destilaron mi tedio, tus oídos desataron mi reprensión…
Tu mirada me hizo cosquillas, cosquillas que me robaron sonrisas para tí…
Mono.
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