Sumiéndome en tu esencia,
como hoja de otoño precipitándose al suelo húmedo.
Tu color pálido
pinta mi rostro de pinceladas invisibles,
para que nadie me encuentre.
Y de tu ruido silencioso me disfrazo,
para que nadie sepa oírme,
perderme en la inmensidad del vacío absoluto,
y al fin encontrarme.
Mirarme al espejo
es hallar en él un reflejo
de un alma en tus manos, mi soledad.
Mirando por el balcón
creí ver un ave perdiéndose entre nubes,
así es como voy a ti, mi soledad.
Será que voy a ti,
cuando ya no tengo más lugar
para esconderme del dolor.
Mi empírica compañía es encontrarte,
porque al llegar a ti puedo hallarme,
y derramo ante ti, sin temor a prejuicios,
mi agonía por la brutalidad de la vida
que desde de la compañía,
me hace volver a ti, mi soledad.
Tu aquí y allá, en todos lados.
como hoja de otoño precipitándose al suelo húmedo.
Tu color pálido
pinta mi rostro de pinceladas invisibles,
para que nadie me encuentre.
Y de tu ruido silencioso me disfrazo,
para que nadie sepa oírme,
perderme en la inmensidad del vacío absoluto,
y al fin encontrarme.
Mirarme al espejo
es hallar en él un reflejo
de un alma en tus manos, mi soledad.
Mirando por el balcón
creí ver un ave perdiéndose entre nubes,
así es como voy a ti, mi soledad.
Será que voy a ti,
cuando ya no tengo más lugar
para esconderme del dolor.
Mi empírica compañía es encontrarte,
porque al llegar a ti puedo hallarme,
y derramo ante ti, sin temor a prejuicios,
mi agonía por la brutalidad de la vida
que desde de la compañía,
me hace volver a ti, mi soledad.
Tu aquí y allá, en todos lados.
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