- Un árbol de otoño

Tú, como un árbol de otoño.
Camino sobre las hojas secas que caen
desnudando tus brazos,
dejando al descubierto tu alma
humedecida por el llanto de las nubes.
Obrservo tu raíz y aún es evidente tu silencio agónico,
a causa del abandono de la cálida compañía

que ha hurtado tu alegría, tu color.
Divise en tu tronco aquellas profundas grietas
provocadas por este confín,
que le cierra el paso a la claridad
frenando mi impulso para cobijarme bajo tu sombra.

- Tu llanto

Tu llano es como la lluvia de otoño,

desgarrador y feroz.
Empapan mis esfuerzos al consolarte,

aunque tus ojos aplauden
por querer detenerlo.
Cuando al fin se detiene,

me miras; y recuerdo un amanecer.
Tus ojos brillan como un despampanante rayo del Sol

y tu nariz rojiza, como el fulgor que se manifiesta en el horizonte.
No, no des explicaciones.

Toma, te obsequio mi abrazo; con el acuna tu agonía y hazla callar...

- Cuando se siente y se entrega

Sus labios le acariciaban el pescuezo
y su aliento le susurraba al oído
Sus ojos se besaban con los de ella.
Sus silencios clamaban sus deseos más íntimos.
Sus almas se envolvían y se abrigaban.
Sus perfumes hacían el amor y de su esencia
edificaban sus fantasías.
Sus manos construían caricias de placer, que al fin se reencontraban
para tantear aquella luna. Esa luna que les observaba desde el balcón, que sonría junto a sus cuerpos cálidos que se cobijaban bajo las sábanas blancas. Ellos permitían que las voces de sus almas apasionadas murmuraran, pero sin habla...