El eclipse de tu mirada es el paisaje que a mis ojos no llega, comprendo que el alba ha sido pisoteado por el pasado que ha menguado, pues no quiero tantear el vestido gris de las paredes ni oír el relato del presente. Sólo quiero olvidar el nombre de las horas mientras se pierdan entre tus dedos y que mis días se revelen sólo si no comienzan contigo.
Eres cruel, eres porfiado… tal como el viento que se rehúsa a detenerse aún cuando hace frío, o como el sol que aún en otoño no se resigna a aparecer…
Tras las largas jornadas errando en medio del tránsito, acudo al desinteresado juicio del papel, me desnudo ante él y me muestro tal cual soy, así, sin más...
7/31/2011
Tu abandono
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